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martes, 22 de marzo de 2011

Hacienda utilizará el recibo de la luz para comprobar si se declaran o no los alquileres

Este año nace una nueva obligación para las compañías eléctricas, quienes tendrán que poner a disposición de la Agencia Tributaria información relativa a las identidades, direcciones y consumos de sus contratos de suministro.
Esta información será proporcionada a través del nuevo modelo 159 "Declaración anual de consumo de energía eléctrica."
Concretamente, establece la obligación de informar sobre la identificación de los titulares de contratos de suministro así como de la referencia catastral del inmueble y su localización.
 Desde el 1 de enero de 2.007, las compañías eléctricas cuando presentan a firmar un nuevo contrato recogen ya al referencia catastral del inmueble en cuestión, este dato es suministrado a la Agencia Tributaria para que pueda casar si el titular del contrato coincide con quien finalmente paga el recibo de la luz, ya que el contrato puede estar a nombre de un titular y la factura ir a nombre de otra persona, con lo que Hacienda detecta a través de este simple sistema de cuadre, la posibilidad de que haya alquileres no declarados fiscalmente.
 En cualquier caso, conviene recordar la necesidad de declarar los alquileres y sobre todo que existen ventajas fiscales por el alquiler de pisos, tanto para el arrendador como para el arrendatario. De esta forma, los dueños podrán deducir en su declaración las cantidades que deban destinar para poder alquilar el piso.
 Hace unas semanas, cuando la Agencia Tributaria presentó su nuevo plan de lucha contra el fraude, esta medida aparecía en el catálogo de novedades con las que el fisco quiere combatir el dinero negro.
Aproximadamente, una de cada dos viviendas que se alquila en España se hace de manera irregular. Pero esta práctica tiene los días contados, si había optado por no declarar los ingresos procedentes de alquileres es aconsejable que regularice esta situación, ya que de no hacerlo puede ir preparándose para una más que probable multa.
A principios de marzo las compañías eléctricas le enviaron a la Agencia Tributaria las cifras de consumo eléctrico de  las viviendas del país, una valiosa herramienta con la que Hacienda podrá investigar y comprobar si un piso tiene inquilinos sin declarar.
Es la primera vez que el fisco reclama estos datos a las operadoras, y su intención no es otra que la de ingresar los más de 840 millones de euros que los defraudadores se ahorran cada año en impuestos, según los datos del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).
Por otra parte en contratos de alquiler en vigor, debemos tener en cuenta que en caso de una revisión de nuestra declaración de renta por parte de hacienda, podremos encontrarnos con actas correspondientes a los ingresos correspondientes al periodo no declarado del contrato

domingo, 13 de marzo de 2011

Vienen más curvas: se darán menos créditos y serán más caros - 2898835 - elEconomista.es

Los recursos, también los de la banca, son escasos. Eso quiere decir que se tiene que elegir entre destinarlos a una cosa u otra. Si el decreto obliga a elevar los requerimientos de capital se debe controlar hasta el extremo cualquier concesión de crédito, ya que por su sola existencia en el balance, las entidades deben reservar una determinada cantidad para cubrir sus riesgos. Es decir, a más créditos, se necesita más volumen de capital.
No sólo es una opinión compartida en el sector financiero y entre los analistas. El Banco Central Europeo (BCE), en su último informe mensual advertía a España que la recapitalización de las cajas de ahorros conlleva "el riesgo de efectos negativos transitorios en los flujos de crédito a la economía real". La razón de temer que se seque la financiación es por el adelanto en la aplicación de las exigencias del acuerdo de Basilea III.
Cuando el Comité del Banco Internacional de Pagos de Basilea III estableció el pasado otoño las reglas con mayores requerimientos de capital, concedió a los bancos, a cambio, un amplio periodo de adaptación, "compatible con la recuperación económica". Entonces ése era el argumento que utilizaba el Banco de España para comunicar a bancos y cajas de nuestro país que siete años de adaptación era un plazo lo suficientemente generoso como para no utilizar la nueva normativa como excusa para no activar el flujo de nuevos créditos.
Pero tras el decreto, con el acortamiento de plazos, las entidades se ven abocadas a reducir la financiación a familias y empresas.
Lo preocupante para los sectores reales de la economía no es sólo eso, sino el previsible encarecimiento de los créditos concedidos, así como en las nuevas condiciones en las refinanciaciones.
Esta tendencia ya se ha observado en los últimos meses, más acentuada en los préstamos a pequeñas y medianas empresas, que tienen menos poder de negociación con la entidad financiera.
Según datos del Banco de España, los tipos aplicados en enero a las pymes han llegado al 4,59 por ciento, unos niveles no vistos desde el año 2008, mientras los préstamos para las empresas más grandes soportan tipos menores, que en el pasado mes de enero se situaban en el 3,72 por ciento. Las previsiones sobre un cambio de tendencia están ligadas más a un repunte sostenido de la economía española que a una voluntad, forjada a golpe de decreto, de las entidades financieras, más centradas en su propia supervivencia que en expandir su negocio.
Los clientes, además, notarán otro efecto pernicioso para sus bolsillos. Los tipos del interbancario están descontando desde hace semanas una subida de tipos por parte del Banco Central Europeo. El primer movimiento alcista está previsto para abril, tal como advirtió Jean Claude Trichet tras la última reunión del organismo monetario.
A final de año, las previsiones marcan que desde el 1 por ciento actual el precio del dinero se podría situar entre un 2,25 y un 2,50 por ciento.
Esto significa cuotas más caras, por un lado, por las crecientes tarifas que aplicarán las entidades y, por otro, por la subida de los tipos de interés.
De la escasez que se aproxima ya habla la evolución de las cifras de los últimos meses. Según las comunicadas por el Banco de España en enero, los nuevos créditos para pymes descienden un 13,87 por ciento respecto a enero de 2010.
En diciembre, la tendencia descendente es la misma, con una disminución de los nuevos préstamos del 16 por ciento. Y si retrocedemos un mes más, hasta noviembre, el recorte es del 12,7 por ciento.
Tras la nueva normativa no hay razón para esperar algo diferente a nuevos y profundos recortes en la concesión de créditos a las pymes.
Según los expertos, para observar una reactivación del flujo de préstamos, hay que tener un sistema bancario saneado y libre de problemas de financiación exterior, condiciones que aún no tenemos.
Para acompañar esta condición también la economía debe haber entrado en una fase de sostenida recuperación, de la que estamos alejados. Mientras esto no se produzca, el grifo seguirá cerrado.